Braulio Paz/ Pies en la Tierra: apuntes en la consustanciación de los hombres en torno al Pachakchaki


Hoja de Ruta

Miguel Cordero se acercó a mí y me propuso este texto  hace ya más de 4 meses.  Este texto, entonces, me tomó 4 meses. No porque su extensión sea inmensa, sino porque está predicado sobre la premisa de que debe sacarme de mi lugar seguro,  de la zona de Confort de mi escritura.  El Pachakchaki te saca de tu zona de confort, como toda pieza producida por Cordero. En lo que respecta a este texto las reglas son las siguientes: 5 personas diferentes debían darme una palabra después de ver el vídeo del Pachakchaki y sobre cada palabra se construiría una parte de esta urdiembre que ahora les presento. Quería agradecer a esas cinco personas (M.C por la palabra HUMOR; a J.M.S por la palabra RITUAL; C.A por la palabra CINE; J.P por la palabra LOCURA y A.Z, por la palabra (compuesta) CORTE Y CONFECCIÓN).

El primer boceto de este texto, como les comentaba,  empezó hace 4 meses.  La misma semana en que  se propuso la idea se escribió también el fragmento HUMOR.  El proyecto lo abandonaría las siguientes cuatro semanas aproximadamente - a pesar de que las palabras “RITUAL” y “CINE”  llegaron de junto a “HUMOR” prácticamente, la condición trashumante que impone mis estudios en mi vida me obligó a relocarme en Lima sólo para inmediatamente repatriarme en Arequipa huyendo de la cuarentena. Los estudios, la vida, distrae y, mientras, me debatía sobre el cómo y el porqué de ciertos textos (y no tan solo de este) en medio de la vida en suspensión. La palabra LOCURA llegaría mes y medio después y, recién hace 2 semanas, A.Z  - sin saber que lo hacía - me proporcionó la última palabra en un comentario fortuito sobre Cordero “El Señor que construye chompas”.

Desde luego, y si alguien lo quisiera hacer, podría haber escrito sobre la relación entre Todas las Sangres  y esta pieza de Cordero. Pero mientras tanto y no siendo un experto ni en Arguedas, y según mis profesores tampoco en teoría literaria, me sumo fiel a la encomienda y me hecho a caminar...

Concluyo esta pequeña crónica de realización con un aviso: hay dos evangelios sinópticos y tres teologales. El texto, como el Pachakchaki, es una travesía, adentrense con zapatos de montaña.

Aquí, recoger toda esperanza...


Humor

La paso bien solo, la paso tan bien y la disfruto tanto que me encantaría compartir la soledad con alguien más… La base de la vida moderna, mientras alguien ve, todo se fue en llamas y ahora en canotaje inverso en rumbo de la cima, en rumbo del amor, baila el nomadismo del Pueblo Elegido. ¿Cual es el humor del Pachakchaki? El buen humor - el terreno agreste y de frente la perspectiva del ascenso. El  buen humor es la empatía. Miren hacia abajo, ustedes payos, diganme si no se ve bonita la tierra. Uno en todo, todo en uno: sacalo de entre líneas y vente conmigo al carnaval. Un poco de esto, un poco de aquello. La enfermedad de la vida moderna, la soledad ironica. El remedio es tener los pies bien en la tierra (Pacha [tierra] - Chaki [pies]), tenerlos aquí todos en el lodo donde si se tropieza uno se caen todos. El buen humor frente al ascenso del imposible. ¿No entendiste el chiste, payo? Caminamos siempre por sobre el borde de la laguna a una de ser exterminados por ese ahogo. Camina con nosotros o ¿dónde está el amor, dónde está tu amor? El Pachakchaki es la segunda venida de Jerusalén y el Payo puede solo tener su viaje a Damasco y la luz del camino o irse perdiendo cuando todos bailen al son del camino en el desierto… o en el cerro.

De nuevo, la imagen más fuerte es el canotaje inverso, el ascenso…

Pero es ascender juntos, sin pisotear, es poner los pies firmes donde todos lo tienen y no pisarse con el objeto de llegar a la atalaya de ninguna gloria. Ese es el otro truco, que el ascenso es descenso y la mala broma del fatuo constructo que deseamos es fortuitamente nuestro propio fracaso. La belleza de todo yéndose en llamas. Un minuto, solo uno… como en la canción.

Quien no sabe bailar, quien pisa a su pareja de baile porque tiene dos pies derechos le caga la fiesta a todos. La utopía sólo ocurre como vislumbre mientras cincuenta personas (que podrían ser ciento cincuenta, mil quinientos o millón y medio) bailan al unísono su canotaje, su nomadismo.

Y pum, fue fugaz pero estuvo

¿Aún estás de buen humor? Bailar el nomadismo a 4000 metros sobre el nivel del mar

De buen humor frente al imposible y el fracaso, la inmensidad de Gargantúa… nadie desafine, todos en marcha... todos…

La danza versus la soledad del mundo moderno. Las mentes piensan distinto en la altura…


Ritual

El ritual perpetua el mundo. Llevar a cabo el baile, la obra, permite que el mundo se renueve, que la lluvia caiga y que la tierra se fertilice. El ritual deriva entonces de la tradición, la tradición se mantiene porque manteniendola se mantiene el Universo… Es curioso, Cordero intenta crear una nueva tradición, la quema de la carabela en la laguna Qoricocha.

Cordero leyendo frente al Partenón. Cercania con algo fundamental. Los ritos de la Grecia arcaica se hacían entre bosques. La disposición de los templos - dispositio aristotelico, también los edificios son discursivos - todavía delata la práctica antigua.  Lo que antes eran árboles ahora son estas columnas en que la decoración de los frisos recuerda todavía la vegetación que en algún momento acompañó los ritos griegos. El rito griego no es llevado a cabo dentro del partenón sino en la explanada inmediatamente frente a él. Dentro del mar de columnas lo único que se encuentra es la imagen de la divinidad, Atena Parthenos o la Virgen Crisoelefantina.  La configuración del templo entonces es la configuración de la escenografía de el rito original. La Diosa oculta entre los árboles.


La nave central en un templo gótico.  El templo gótico - a diferencia de los templos medievales románicos como en Cluny, cuyas paredes eran gruesas y en los que la iluminación era escasa - tiene paredes delgadas, puntiagudas las torres y que apuntan hacia el cielo: como si se tratara de una instantánea en su desplazamiento vertical hacia el paraíso.  La decoración de los flamígeros imita fuego, luz. La gótica  es una arquitectura de luz en que los grandes ventanales juegan el papel principal,  lo que se demuestra en la forma en que iluminan el altar central.  La llamamos nave porque efectivamente nos transporta al espacio otro. Rito es creación de una realidad alterna en que se manifiesta la hierofania.

Hay una diferencia entre la utopía, el lugar idílico, y la heterotopía, un lugar secluido de la realidad cotidiana pero cuyo efecto es transformar esa realidad cotidiana externa en un vistazo de la utopía.  Es el espejo a través del cual Alicia observa.  La utopía sería el mundo que hay dentro de la imagen proyectada por el espejo - es inatendible y sólo una ilusión que se crea en nuestra cabeza utilizando de marco referencial nuestra realidad cotidiana. La heterotopía, el espacio otro, es el objeto, el espejo - es decir, el vehículo o la nave a través de la cual podemos acceder a ese vistazo de la realidad utópica. Son heterotopías los poemas, los templos, los cementerios, los jardines, los armarios y cajas de refrigerador cuando somos niños... el Pachakchaki, una chompa de cincuenta cabezas, un tándem, el vistazo del ciempiés: objeto que desequilibra la realidad a través de su peso, peso de tierra como el que distorsiona la gravedad curvando los rayos del sol…. La ilusión que crea cuando se ve la danza, como la ilusión del espejo y el humo en la tierra.


Cine

La infame escena de la ducha en Psycho de Hitchcock cierra con una imagen del desagüe devolviendonos la mirada. La metonimia se completa con el desplazamiento inmediato de la imagen. No, el desagüe no anuncia el ojo sin vida sino que es otro ojo que, desde una posición omnisciente, observa pasivamente, carente de agencia. Ese es el ojo de Dios con las lágrimas de sangre….

El video que acompaña la pieza tiene un ojo, la danza del ciempiés en círculos hacia el final del viaje devuelve la mirada al cielo. El movimiento es inverso: no el ojo de Dios que mira impotente el horror sino el ojo del cerro que le devuelve la mirada al cielo. En el video del peregrinaje abundan los planos de ojo de águila que observan la travesía del Pachakchaki desde las alturas. También hay momentos en que la cámara desciende y los observa desde el suelo… Hay tensión que recorre todo el entramado...

¿Quien observa? Es un espacio en blanco - pero, siempre está el desafío final como prueba de vida: la desafiante mirada del ojo del ciempiés de la tierra para arriba. De la tierra juzgando a la altura. Una vez más, pies en el lodo marchando. Juego de planos, diálogo a través de dos fuerzas (el mundo de arriba y el mundo de abajo mediados por el aquí, los hombres que hacen lo que pueden en la tierra). El cine, el registro, el juego de planos. La forma devela el discurso. Sin la forma - y la forma es el registro - no hay cuenta del hecho y el hecho - el desafío - se manifiesta a través de la pieza (el objeto material, la chompa)…

Todo en un bonito moño como en navidad, el flujo de la energía sigue en una dirección y se expande luego a todos lados, por la tierra, por los pies que son cien o mil y nos atan al caminar: porque la travesía de un hombre es la travesía de la humanidad. Crear significado no es el objeto del cine porque no representa sino que presenta el objeto y en los planos construye la experiencia, muestra el objeto gravitacional que deforma nuestra percepción del espacio tiempo- “el más obsceno de las artes porque no te dice qué desear sino cómo” - y en los planos se pierde el significado porque se gana el sinsentido que es el Pachakchaki. Ese es el desafío, los planos no hablan y no me dicen que decir de la danza del Pachakchaki en las montañas. Los planos solo construyen. Y ahí el ojo de la tierra que desafía los cielos porque - como San Jorge y el Dragon - solo un ser humano puede desafiar al monstruo: no para vencer  en gloria ni morir sublimemente como en una oda romántica, sino porque el acto heroico consiste en subsistir en ese estadio de suspensión antes de la muerte (en el fracaso, en la basura, en lo tirable)


Locura


¿Qué dirían con respecto al Pachakchakii? Aquí se muestra “nada”, casi arte.  Esencialmente es el espíritu (hermosa la tautología), lo demás es la forma de manifestar el espíritu. El baile sobre la Tierra,  danza  derviche danzaq: y se puede prescindir de los otros elementos.  La tierra es dura pesada,  no como el aire. Quizás salvar el agua, la versatilidad del agua y su flujo. Pero si hubiera que salvarla no sería el agua estanca. Tampoco el fuego. La tierra es el elemento del Pachakchaki.

Desordenar los sentidos por vía de shock, no por abuso de efectos especiales sino como insumo espiritual que no termina de volverse un producto de consumo cultural. Allá, allá arriba nos han olvidado. Vislumbrarnos a todos danzantes pies en tierra. Creo en imposibles, creó creo… Una surgida de la nada como ese telescopio que se llevó a la mar para que vea lo invisible… La poesía de Pachakchaki es la poesía que se rescata del lenguaje… La poesía está siendo devorada por el lenguaje, se está petrificando y volviéndose un fósil en el lenguaje… Pachakchaki no hay palabras y eso rescata la poesía… Ven danza conmigo, es la narración que me voy contando mientras navego el Annapurna por las aguas que vomito el Ciempiés de Patabamba. Nada ermitaños sino cenobitas, todos íntimos amigos para poder realizar la reestructuración de sus texturas en la aventura del hombre cuerdo (fibras hechas danza, danza hecha ventana al posible)

Nada y todo. No un arcano sino un artesano, una miriada, ejército de artesanos. Nadie lee, nadie ve. Miran pero no ve… No hay lenguaje, no hay diseño, hay poesía. Detenerla para hacerse de Buster Keaton hubiera arruinado la Nada y el Todo. La imagen lleva a la visión. Imaginen la visión y la resolución que lleva a movilizar a una comunidad entera para producir, tejer y danzar en la unión del Pachakchaki. La verdadera locura es no dejarse bajar, no entrar a donde no se llama, a donde no hay lenguaje y por tanto ni nombres ni otros… solo la tierra…


Corte y confección

Hacia el final me quito el sombrero (que nunca llevo). Me encanta caminar entre las chacras, me encanta caminar. No he caminado en medio año… Este es el fin de un caminar, pude ver el ritual, la danza, las implicaciones y el registro. Incluso la poesía, que está justo porque no hay lenguaje. Aún no he visto el objeto. Una chompa amarilla, dos chompas amarillas, tres, cuatro… entrelazadas por los hilos - el hilo es arquetipo, es muerte o largo de vida (por herencia del mito de las Moiras hilanderas) pero, en un pensamiento quizás menos occidental el hilo es unión, lazos entre personas. En vuelta circular la respuesta es el amor, vislumbrarnos a todos en el Ciempiés

Hay pedazos de tela de colores inconstantes, hay prolongación de obra, una ruta marcada en las hebras… Hay cicatrices dejadas por sus viajes (cortes del transporte). Hay masa, recuerdo cuando lo tuve frente a mi, es pesado para “solo ser una chompa”. Es como la Tierra. Tiene peso. El objeto es la voluntad materializada de la comunidad, de las tejedoras de la comunidad. Material de voluntad, objeto de ensueño a través del cual movernos al plano de la hierofanía… y lo sagrado está entre los Otros con los que compartiremos la danza hasta que se borren y hallemos, donde tu, ahora yo.

Entre en una duda inmediata. ¿Son chompas o ponchos? Me inclino por la chompa debido a la presencia de brazos.

un saco para cincuenta cuerpos formando una ruma colocado sobre mantas en el suelo de la sala y la proyección de un video HD de 2’52” que muestra una toma cenital del saco siendo portado por los mismos tejedores y sus familiares formando un espiral en el mirador del Capac Cancha. La acción consistió en hacer un recorrido en dos locaciones particularmente importantes del territorio de la comunidad de Patabamba: la laguna de Qoricocha y el mirador de Capac Cancha

La determinación de lo que es y en lo que hizo. De lo que vemos en la chompa (preferible el peruanismo a “saco”). Y eso, es difícil dejarlo así en que eso “es”. Pero el tag es necesario para algunos. Yo pretendo este otro termino, “Corte y confección”. Diseño de vestuario. O por lo menos en la definición de wikipedia de la actividad humana dice que es un conjunto de actividades “que se vinculan, de forma artesanal, con el diseño de moda. Oficios tradicionales como el sastre, la modista o la costurera se dedican a las hechuras a medida de prendas de vestir. Son importantes, para los diseñadores, el diseño de vestuario.”  Quisiera acabar revirtiendo a mi forma de collage… Dejarlos con una pequeña venia y salir tras una cortina roja del escenario. Pero dejar que el texto haga el trabajo es poca garantía así que, que remedio, debo explicitar algo…

Texto, textura, tesitura, tejido… Conceptos hilvanados, unidos, enredados. Corte y confección, unión de fragmentos de varias fuentes, unión de retazos de tela… unión de varias chompas. Corte y confección. Materialmente hablando esa es la obra, la unión de los fragmentos separados. La unión de una comunidad, confección a través de la materia olvidada. Los olvidados, la tierra. Lo que ha unido el hombre no lo separe Dios. El Cordero se ofrece en sacrificio, ese animal ritual. Que precede rituales. Los rituales, esos espacios construidos en torno a un objeto que suspende la realidad, sus defectos, sus contradicciones, sus jerarquías… y nos da un vistazo a lo (im)posible… la unión de lo que estuvo separado.

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